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16 de enero de 2008

¿Para cuando, Chewie?


No pensaba escribir sobre esto no por ser cutre, sino por ser demasiado cutre. Pero subyace a la cuestión un tema de justicia social cuyo estudio y debate no ha sido abordado en años, y resulta hoy ineludible al candente hilo de la noticia, que no es otra que la presentación del R2D2 Translator.

Dicha aplicación web nos permite traducir todo cuanto deseemos (siempre que no exceda de 30 carácteres) al chirriante lenguaje de pitidos de R2-D2, aquel robot bajito y pendenciero que hizo las delicias de los niños (incluyendo ewoks) a lo largo de todas las entregas de Star Wars. Por cierto, ¿saben que en algunos países latinoamericanos se conoce a este personaje como "Arturito", y como "Sitripio" a su pedante y dorado compadre? ¿Porqué? Traten de deletrear en inglés "R2D2" o "C3PO" con acento tex-mex y comprenderán. Si además tienen la fortuna de tener a mano una careta de goma de Jose Maria Aznar, la experiencia colmará plenamente sus posibilidades cómicas. Como diría el prof. Carlos Maurer, ¡si-lu-asi-gu-rou!

Con lo dicho ya he sacado a pasear a ese friki que todos llevamos dentro. Ahora permítanme retomar la cuestión de fondo, aquello de la justicia social: ¿Que hacemos mientras tanto para entendernos con los wookies? En la foto pueden apreciar las lamentables consecuencias de una comunicación deficiente entre Leia y Chewbacca. Ignoramos qué pudo haber dicho Leia, pero está claro que Chewie se confundió, que la entendió malamente, y luego ocurre lo que ocurre.

Es inevitable. Recuerdo claramente como en mis años mozos allá en el instituto teníamos siempre en clase como mínimo a 3 o 4 wookies. Los pobres decían cosas, intentaban comunicarse, pero ni Dios se aclaraba con lo que intentaban transmitir; Al final terminaban poniéndose muy agresivos. Tenían bastante menos pelo que Chewbacca, pero créanme, destilaban muchísima más mala hostia.

Así que, Arturitos del mundo, ¿para cuándo un Wookie Translator?